En el proyecto de la silla-silloncito Woody y Steely nos propusimos, entre otras cosas diseñar una silla-silloncito a la que se pudiera dotar de distintas apariencias, gracias a pequeños cambios en el molde matriz.
Las sillas Woody y Steely tienen la misma forma y características, pero con un respaldo distinto que da como resultado una imagen de alta transparencia visual; con un aroma sutilmente “vintage”, en el caso de Woody, como homenaje a la clásica silla de listones de madera y mas industrial en Steely con una imagen de silla metálica. Pero en todos los casos atemporal y perdurable en el tiempo.
Además, esta ligereza del respaldo añade comodidad a la silla al hacerla transpirable en la zona de contacto con la espalda.
El diseño de ambas sillas, apuesta por el equilibrio entre conceptos esenciales como ligereza, funcionalidad, ergonomía, y respeto al medio ambiente, con otros como resistencia, tanto en interiores como exteriores, durabilidad, y facilidad de mantenimiento y transporte a un precio muy competitivo.
Se puede fotografiar o exponer desde su vista inferior ya que está exenta de nervios o travesaños.
Eso es algo que ocurre en muy pocas sillas.
Las dos versiones son apilables, sin límite de apilabilidad y de asiento tapizable en el caso de Woody, y también tapizable tanto el asiento como el respaldo en el de Steely.
En el diseño hemos trabajado con curvas complejas y formas naturales como la de una gota de mercurio o un canto rodado, buscando el efecto en el plástico rígido de una espuma de poliuretano tapizado, una forma blanda que sugiera comodidad solo viéndola, antes de sentarse en la ella.
La silla a través de los brazos puede colgarse de una mesa, y esta característica la hace particularmente útil para la limpieza de cualquier área, ya que no requiere que las sillas se retiren de la zona a limpiar.
La altura de los brazos permite introducirla bajo la mayoría de mesas.
El material empleado en su fabricación ha sido el polipropileno de alta calidad utilizando la tecnología de inyección a gas, lo que permite trabajar con formas muy elaboradas en su superficie, dejando su interior hueco.
Esto da como resultado una pieza muy resistente, con acabados de alta calidad en la superficie del producto y con un peso muy reducido (pesa tan solo 3 Kilos y medio).
Una textura muy estudiada la protege contra ralladuras.
El proceso de fabricación utiliza un único material, el polipropileno, por lo que la silla es 100 % reciclable; el respeto al medio ambiente es un elemento clave de este producto.
La posibilidad de personalización, añadido a una gama cromática basada en un espectro de colores de cuatro grupos: naturales, suaves, neutros y saturados, sumado a la protección efectiva contra rayos UV, la hacen adecuada tanto para un uso contract como particular, tanto en interiores como exteriores.
En la Steely se pueden hacer aplicaciones publicitarias.
Diseño Josep Llusca